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Las vacunas protegen a los niños de enfermedades infecciosas perjudiciales

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Las vacunas son esenciales para que los niños tengan un comienzo saludable en la vida y se mantengan sanos mientras crecen.

Debido a que los programas de inmunización de los siglos XX y XXI han tenido tanto éxito, muchos padres de hoy en día nunca han visto las numerosas enfermedades prevenibles por vacunación que antes eran comunes. Es posible que no sepan que esas enfermedades infecciosas pueden reaparecer. Si las personas deciden no vacunarse o no vacunar a sus hijos, algunas enfermedades que ahora son poco frecuentes o inexistentes en los EE. UU. pueden reaparecer.

Las enfermedades infecciosas que antes eran comunes en los niños de los EE. UU. -como la poliomielitis, la difteria, la tos ferina, la rubeola y la varicela- se pueden prevenir con vacunas aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE. UU. (FDA, por sus siglas en inglés). Las vacunas pueden prevenir enfermedades contagiosas que antes mataban o hacían daño a muchos bebés, niños y adultos. La FDA se asegura de que las vacunas que aprobamos o autorizamos para su uso de emergencia en los EE.UU. cumplen con nuestras normas de seguridad y eficacia.

Desde los bebés hasta los adolescentes, las personas necesitan vacunas, durante toda la infancia para protegerse de enfermedades infecciosas potencialmente peligrosas. Sin las vacunas, los niños correrían el riesgo de padecer enfermedades graves e incluso de quedar discapacitados o morir a causa de enfermedades como la meningitis por Haemophilus influenzae tipo b (Hib), el sarampión y la tos ferina, entre otras.

Una vacuna es un producto médico. Como cualquier medicamento, las vacunas pueden causar efectos secundarios, pero la mayoría son leves y de corta duración, como fiebre baja o dolor y enrojecimiento en el lugar de la inyección.

Los efectos secundarios graves y duraderos de las vacunas son poco frecuentes.

El riesgo de sufrir daños por las vacunas es mucho menor que el riesgo de padecer una enfermedad grave por las enfermedades que previenen. Asegurar la seguridad y eficacia de las vacunas es una de las principales prioridades de la FDA.

La FDA se asegura de que las vacunas que aprobamos o autorizamos han sido sometidas a un riguroso y amplio programa de desarrollo. Esto incluye estudios realizados por los fabricantes para demostrar que las vacunas cumplen con las normas de seguridad y eficacia de la FDA en la población objetivo. La FDA tiene una amplia experiencia en el diseño y los métodos de los estudios clínicos, y los fabricantes llevan a cabo los estudios clínicos de acuerdo con los planes que han sido evaluados por la FDA. La FDA sólo aprueba o autoriza una vacuna si determina que los beneficios de la misma son mayores que sus riesgos.

Si tiene preguntas sobre las vacunas, visite la guía para padres y cuidadores de la FDA. Esta guía describe con más detalle las vacunas que se administran habitualmente a los niños y ofrece respuestas a las preguntas más frecuentes. Además, el mejor recurso para obtener información sobre las vacunas es un proveedor de atención médica.

Mientras tanto, estos son algunos consejos para tener en cuenta cuando vacune a su hijo.

Revise las hojas de información de las vacunas.

Estas hojas explican tanto los beneficios como los riesgos de una vacuna. El proveedor de atención médica que administra la vacuna está obligado por ley a proporcionárselas.

Hable con un proveedor de atención médica sobre los beneficios y los riesgos de las vacunas.

Conozca los datos sobre los beneficios y los riesgos de las vacunas, así como las posibles consecuencias de no vacunar contra las enfermedades. Algunas personas se sorprenden al saber que los niños pueden sufrir daños o incluso morir de sarampión, difteria, tos ferina y otras enfermedades infecciosas que pueden prevenirse con vacunas.

Antes de la vacunación, informe al proveedor de atención médica sobre ciertas afecciones y alergias.

El proveedor de atención médica que administre la vacuna debe ser informado si su hijo está enfermo, o si tiene antecedentes de ciertos efectos secundarios alérgicos o de otro tipo a vacunas anteriores o a sus componentes. Por ejemplo, los huevos se utilizan para fabrican algunas vacunas contra la influenza (gripe). Informe al proveedor de atención médica si su hijo tiene una alergia grave a los huevos.

Algunas vacunas se suministran en viales o jeringas precargadas que pueden contener látex de caucho natural, lo que puede provocar reacciones alérgicas en personas sensibles al látex. Informe al proveedor de atención médica sobre una alergia al látex.

También es importante hablar con el proveedor de atención médica sobre qué vacunas deben o no deben administrarse a los niños que tienen un sistema inmunitario debilitado.
Reporte los problemas y efectos secundarios.

Las vacunas son muy seguras, y los efectos secundarios graves son poco frecuentes. Pero si tiene alguna preocupación después de recibir una vacuna, póngase en contacto con un proveedor de atención médica.

La FDA también monitorea de cerca la seguridad de las vacunas una vez aprobadas. Una de las formas en qué lo hacemos es recolectando informes de posibles efectos secundarios (también conocidos como eventos adversos). Los efectos secundarios deben notificarse al Sistema de notificación de efectos adversos de las vacunas (VAERS, por sus siglas en inglés). Se trata de un programa nacional de vigilancia de la seguridad de las vacunas monitoreado conjuntamente por la FDA y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).

El VAERS es un sistema para detectar posibles problemas de seguridad de las vacunas aprobadas o autorizadas en los EE. UU. El VAERS le anima a reportar cualquier evento adverso de importancia médica que se produzca tras la administración de las vacunas. Se puede notificar un evento adverso aunque no se sepa con certeza o sea poco probable que la vacuna lo haya causado. Un proveedor de atención médica puede presentar este reporte, o usted mismo puede hacerlo.

El VAERS no ofrece consejos médicos. Es poco probable que la notificación al VAERS responda a la pregunta de por qué una persona tuvo un evento adverso después de la vacunación, o si la vacuna causó el evento adverso. Pero ayuda a los médicos y científicos de la FDA a identificar rápidamente los posibles problemas de seguridad para estudiarlos más a fondo. Si se determina que se necesitan estudios adicionales, los resultados de los estudios ayudan a la FDA a evaluar si la vacuna causa el efecto adverso. La FDA y los CDC no se ponen en contacto con todas las personas que notifican un evento adverso al VAERS, pero pueden ponerse en contacto con algunas personas si se necesita información de seguimiento.

Visite el sitio web del VAERS en https://vaers.hhs.gov/indexSpanish.html para reportar posibles efectos secundarios u otros problemas relacionados con las vacunas. Puede reportar un problema en línea, descargar un formulario (en inglés) o llamar al 1-800-822-7967 para obtener más información.

Collage of children getting vacinated

 

 

 

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