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¿Tiene alergias a los alimentos? Lea la etiqueta

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Alergenos Alimentarios

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Las etiquetas de los alimentos pueden ayudar a los consumidores con alergias a los alimentos a evitar alimentos o ingredientes a los que ellos o sus familias son alérgicos.

Esto se debe a que una ley federal, la Ley Federal de Alimentos, Medicamentos y Cosméticos, requiere que las etiquetas de la mayoría de los alimentos envasados que se comercializan en los Estados Unidos den a conocer —en términos fáciles de entender— cuándo están elaborados con un “alérgeno alimentario importante”.

Nueve alimentos e ingredientes que contienen sus proteínas se definen como los principales alérgenos alimentarios. Estos alimentos representan la mayoría de las reacciones alérgicas graves a los alimentos:

  • leche
  • huevo
  • pescado, como el róbalo, el lenguado o el bacalao
  • crustáceos, como el cangrejo, la langosta o los camarones
  • frutos secos, como las almendras, las pecanas o las nueces
  • trigo
  • maní (cacahuate)
  • soya
  • sésamo

La ley exige que las etiquetas de los alimentos identifiquen la fuente alimentaria de todos los principales alérgenos alimentarios que se utilizan para elaborar los alimentos. Este requisito se cumple si el nombre común o habitual de un ingrediente ya identifica el nombre de origen del alimento de ese alérgeno (por ejemplo, suero de leche). De lo contrario, la fuente alimentaria del alérgeno tiene que declararse al menos una vez en la etiqueta del alimento de una de las dos maneras que se mencionan a continuación.

El nombre de la fuente alimentaria de un alérgeno mayoritario tiene que aparecer:

Entre paréntesis, después del nombre del ingrediente.

Ejemplos: “lecitina (soya)”, “harina (trigo)” y “suero lácteo (leche)”

-O-

Inmediatamente después o al lado de la lista de ingredientes en una declaración de “contiene”.

Ejemplo: “Contiene trigo, leche y soya”.

La declaración de “Contiene”, si está presente, tiene que enumerar todos los alérgenos que se encuentran en el producto. “Entonces, si una declaración de ‘Contiene’ tiene su alérgeno en la lista, vuelva a colocar el producto alimenticio en el estante”, indica Carol D'Lima, tecnóloga de alimentos de la Oficina de Nutrición y Etiquetado de Alimentos de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU (FDA, por sus siglas en inglés).

Sin embargo, no todos los productos que contienen alérgenos tienen una declaración de “Contiene”. Por lo tanto, para asegurarse de que no haya un alérgeno presente, los consumidores siempre deben leer toda la información sobre los ingredientes en la etiqueta. “Es muy importante leer la lista completa de ingredientes para ver si su alérgeno está presente. Si ve el nombre, aunque sea una vez, también devuelva ese producto alimenticio al estante”.

Existen muchos ingredientes diferentes que contienen el mismo alérgeno alimentario principal, pero a veces los nombres de los ingredientes no indican sus fuentes alimentarias específicas. Por ejemplo, la caseína, el caseinato de sodio y el suero lácteo son todas proteínas de la leche. Aunque el mismo alérgeno puede estar presente en varios ingredientes, su “nombre de fuente alimentaria” (por ejemplo, leche) tiene que aparecer en la lista de ingredientes solo una vez para cumplir con los requisitos de etiquetado.

El sésamo no era un alérgeno alimentario importante según la Ley de Etiquetado de Alérgenos Alimentarios y Protección al Consumidor de 2004. El sésamo se convirtió en el noveno alérgeno alimentario principal en 2021 con la firma de la Ley de Seguridad, Tratamiento, Educación e Investigación de Alergias a los Alimentos (FASTER, por sus siglas en inglés). A partir del 1 de enero de 2023, se requiere que el sésamo se etiquete como alérgeno en los paquetes de alimentos, incluidos los suplementos nutricionales.  

Aunque el requisito de que el sésamo se incluya en la etiqueta como alérgeno entró en vigencia a partir del 1 de enero de 2023, aún puede encontrar productos alimenticios a la venta que no incluyan el sésamo como alérgeno en la etiqueta. 

La ley no exige que los productos alimenticios que ya estaban en camino a la tienda o en existencia antes de 2023 incluyan el sésamo como alérgeno en la etiqueta. Entonces, por ahora, es posible que los consumidores aún deseen consultar con el fabricante.

Los requisitos de etiquetado de alérgenos para alimentos que no están envasados pueden variar, como las roscas en un contenedor de comestibles o productos de panadería que se muestran en bandejas. Si le preocupan esos productos, puede pedirle al personal de la tienda información sobre alérgenos alimentarios. 

“Contiene” y “Puede contener” tienen diferentes significados 

Si aparece una declaración de “Contiene” en la etiqueta de un alimento, tiene que incluir los nombres de las fuentes alimentarias de todos los principales alérgenos alimentarios utilizados como ingredientes. Por ejemplo, si se enumeran como ingredientes “suero lácteo”, “yemas de huevo” y un “sabor natural” que contenía proteínas de maní, la declaración de “Contiene” tiene que identificar las palabras “leche”, “huevo” y “maní”.

Algunos fabricantes incluyen voluntariamente una declaración de advertencia por separado, como “puede contener” o “producido en una instalación”, en sus etiquetas cuando existe la posibilidad de que un alérgeno alimentario esté presente. Un fabricante puede usar el mismo equipo para fabricar diferentes productos. Incluso después de limpiar este equipo, una pequeña cantidad de un alérgeno (como el maní) usado para la elaboración de un producto (como las galletas) puede convertirse en parte de otro producto (como las galletas saladas). En este caso, la etiqueta de la galleta podría indicar “puede contener maní”.

Tenga en cuenta que la declaración “puede contener” es voluntaria, afirma D'Lima. “No todos los fabricantes la usan”.

En caso de duda, déjelo de lado

Los ingredientes de un producto alimenticio se pueden cambiar en cualquier momento, por lo que D'Lima dice que es una buena idea revisar la lista de ingredientes cada vez que compre el producto alimenticio — incluso si lo ha consumido antes y no ha tenido ninguna reacción alérgica.

“Si no está seguro de si un producto alimenticio contiene algún ingrediente al cual es sensible, no lo compre o consulte primero con el fabricante o distribuidor que figura en la etiqueta del producto alimenticio para preguntar qué contiene”, indica D' Lima.

Recursos adicionales:

 

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