La adición de ácido fólico a la harina de maíz puede prevenir ciertos defectos de nacimiento
Si es usted una mujer latina que está esperando un bebé, es posible que a su alimentación le haga falta un ingrediente clave que se cree ayuda a prevenir ciertos tipos de defectos de nacimiento.
¿Cuál es ese ingrediente? El ácido fólico, el cual por mucho tiempo se ha utilizado para enriquecer o adicionar ciertos cereales.
Sin embargo, las mujeres hispanas pueden no beneficiarse del ácido fólico en los productos hechos a base de cereales porque dichos productos no son un alimento básico en su dieta”.
Éste podría ser uno de los motivos por los cuales las mujeres latinas presentan el mayor porcentaje de las mujeres en los Estados Unidos que dan a luz a bebés con defectos del tubo neural (DTN), según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). Los DTN son malformaciones congénitas del cerebro, la columna vertebral y la médula espinal, tales como la anencefalia y la espina bífida.
En 2016, la FDA tomó medidas para proteger a estas mujeres y a sus hijos aprobando la adición de ácido fólico a la harina de maíz, un ingrediente de alimentos tales como las tortillas, los tacos, los totopos, las tostadas y los tamales. Los preparados con esta harina son alimentos básicos de la dieta mexicana, y de la de algunas regiones de América Central y del Sur.
Cuando las mujeres lo consumen ácido fólico —un tipo de vitamina B - antes y durante el embarazo, puede ayudar a prevenir los defectos del tubo neural (DTN). La harina de maíz se produce bajo un proceso conocido como la nixtamalización mediante el cual se realiza la cocción del maíz con agua y cal. para luego molerlo.
Un paso preventivo importante
En 1998, en respuesta a una recomendación de los CDC y el Servicio de Salud Pública de los Estados Unidos, la FDA facilitó el consumo de ácido fólico para muchas madres embarazadas. La dependencia exigió la adición de ácido fólico para los cerealesde grano enriquecidos estandarizados, tales como la harina y el arroz enriquecidos, así como a los productos hechos a base de este tipo de cereales, como el pan y los macarrones (“coditos”) enriquecidos.
Los cereales refinados son enriquecidos al añadir ciertos tipos de vitamina B después de su procesamiento. Los alimentos regulados contienen ciertos ingredientes que exige la FDA y son producidos de cierta manera especificada.
"El aumento del consumo de ácido fólico en la harina enriquecida ha sido útil para reducir la incidencia de los defectos del tubo neural en la población general", dijo Susan Mayne, Ph.D., directora Centro para la Seguridad de los Alimentos y Nutrición Aplicada de la FDA. "Nuestro análisis muestra que agregar ácido fólico a la harina de masa de maíz ayudará a aumentar el consumo de ácido fólico en las mujeres que consumen esta harina fortificada como un alimento básico en su dieta".
De hecho, la incidencia de defectos del tubo neural en algunos grupos de hispanoamericanos no ha disminuido en la misma medida que entre la población en general.
Por ello, la FDA evaluó y aprobó una petición de aprobación para un aditivo alimentario presentada por cinco organizaciones —la Fundación March of Dimes, la Academia Americana de Pediatría, la Asociación de Espina Bífida, el Consejo Nacional de La Raza y Gruma Corporation— solicitando que la harina de maíz sea adicionada con ácido fólico. Los fabricantes pueden ahora añadir de manera voluntaria la cantidad de ácido fólico (hasta 0.7 mg) por libra (454 g) de harina de maíz que se ajuste a los niveles ordenados en 1998 para los cereales enriquecidos.
La seguridad ante todo
Antes de que pudiera dar su aprobación, la FDA primero tuvo que determinar si era seguro adicionar la harina de maíz con ácido fólico; no sólo para las madres latinas y las mujeres embarazadas, sino también para los hombres, las mujeres y los niños de todas las edades, orígenes étnicos y composiciones demográficas. Los investigadores de la FDA llevaron a cabo un análisis científico exhaustivo de la información proporcionada en la petición, y determinaron que la adición de esta cantidad de ácido fólico al abasto de alimentos sería seguro para la población en general.
“Además de evaluar la seguridad y los datos sobre el consumo esperado, tuvimos que verificar que el ácido fólico permaneciera estable a todo lo largo del proceso de producción y no se descompusiera en otras sustancias nocivas durante la elaboración”, aclaró el Dr. Keefe.
Después de esta evaluación intensiva, la FDA pudo dar luz verde a aquellos fabricantes que querían adicionar con ácido fólico los productos hechos a base de harina de maíz.
Cynthia Pellegrini, vicepresidenta ejecutiva de March of Dimes a cargo de política pública, señaló que “la FDA colaboró muy de cerca con nosotros en el diseño de un estudio que recabara la información necesaria para establecer la seguridad de esta medida. Estamos muy contentos con el resultado, y confiamos en que resolverá las discrepancias que hemos observado en la comunidad latina y ofrecerá un comienzo sano en la vida para más bebés aun”.
Si está embarazada o pensando en embarazarse
Los CDC recomiendan que, para que el ácido fólico ayude a prevenir algunos defectos de nacimiento significativos, una mujer debería empezar a consumir 400 mcg al día por lo menos un mes antes de embarazarse y todo el tiempo mientras esté embarazada. Lea la declaración de ingredientes de los productos hechos a base de cereales y para hacer masa, para ver si el alimento ha sido enriquecido con ácido fólico.
Algunas maneras fáciles de asegurarse de ingerir suficiente ácido fólico son:
- Comer un tazón de cereal enriquecido para el desayuno que contenga 100% del valor nutricional diario de ácido fólico.
- Consumir otros productos hechos a base de cereales enriquecidos que, por mandato, contengan ácido fólico.
- Tomar un suplemento de vitamina o multivitamínico que contenga ácido fólico todos los días.
- Hable con su prestador de servicios de salud sobre qué es lo mejor para usted.