U.S. flag An official website of the United States government
  1. Home
  2. For Consumers
  3. Consumer Updates
  4. Artículos para el consumidor en español
  5. FDA: No deje la depresión de la niñez desatendida
  1. Artículos para el consumidor en español

FDA: No deje la depresión de la niñez desatendida

teen boy with caring father (350x423)

English

Todos los trastornos psicológicos, incluyendo la depresión, tienen algunos componentes conductuales.

A los niños con depresión por lo general les falta energía y entusiasmo; se vuelven retraídos, irritables y malhumorados; pueden sentirse tristes, ansiosos e inquietos; pueda que tengan problemas en la escuela y con frecuencia pierden interés en actividades de las que antes disfrutaban.

Algunos padres de familia podrían pensar que la medicación es la solución a los comportamientos problemáticos relacionados con la depresión. De hecho, ése no es el caso. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) no ha aprobado ningún medicamento exclusivamente para el tratamiento de “problemas de conducta”. Cuando la FDA aprueba un medicamento para la depresión, ya sea en adultos o en niños, es para tratar la enfermedad, no el comportamiento que le acompaña.

“Hay varios elementos que entran en juego en una enfermedad mental, y generalmente son los síntomas lo que las empresas farmacéuticas estudian y lo que preocupa a los padres. Pero es raro que nosotros en la FDA nos enfoquemos en un sólo aspecto de la enfermedad”, aclara el Dr. Mitchell Mathis, M.D., psiquiatra y director de la Sección de Productos Psiquiátricos de la FDA.

regrese al inicio

La depresión es tratable

El primer paso para tratar la depresión es obtener un diagnóstico profesional; la mayoría de los niños que se muestran malhumorados o malgeniosos, o que se sienten incomprendidos, no están deprimidos ni necesitan tomar ningún medicamento.

Sólo alrededor de 11 por ciento de los adolescentes padece algún trastorno depresivo antes de los 18 años de edad, según el Instituto Nacional de la Salud Mental  (NIMH, por sus siglas en inglés). Antes de la pubertad, la depresión tiene la misma incidencia en los niños que en las niñas. Tras la adolescencia, las mujeres tienen el doble de probabilidades de sufrir depresión que los varones, y la tendencia continúa hasta después de la menopausia. “Ésa es una pista de que la depresión podría ser hormonal, pero hasta ahora los científicos no han descubierto exactamente cómo es que las hormonas afectan el cerebro”, reconoce la Dra. Tiffany R. Farchione, M.D., psiquiatra especializada en niños y adolescentes, y subdirectora interina de la Sección de Productos Psiquiátricos de la FDA.

Es difícil saber si un menor está deprimido o pasando por un momento difícil, porque los indicios y los síntomas de la depresión cambian a medida que los niños crecen y su cerebro se desarrolla. Además, pueda que tome tiempo arribar al diagnóstico correcto porque los médicos podrían no estar obteniendo sino sólo una instantánea de lo que está pasando con el joven paciente.

“En psiquiatría, es más fácil atender a los adultos porque uno tiene toda una vida de experiencia con el paciente en qué apoyarse y las pautas son más obvias”, explica el Dr. Mathis. “Con los menores, uno no tiene esta información. Como no nos gusta etiquetar a los niños con trastornos de por vida, primero buscamos alguna otra razón que explique esos síntomas. Y si diagnosticamos depresión, evaluamos su severidad antes de tratar al paciente con medicamentos”. drugs.

regrese al inico

Cómo conseguir la atención adecuada

El segundo paso es decidir un curso de tratamiento, lo cual depende de la severidad de la enfermedad y del efecto que tenga en la vida del menor. Los tratamientos para la depresión a menudo incluyen psicoterapia y medicación. La FDA ha aprobado dos medicamentos —la fluoxetina (Prozac) y el escitalopram (Lexapro)— para tratar la depresión infantil. El Prozac está aprobado para edades de 8 años en adelante, y el Lexapro, para niños de más de 12 años.

“Necesitamos hacer más estudios pediátricos, porque no se ha demostrado que muchos antidepresivos aprobados para los adultos funcionen en los niños”, reconoce la Dra. Farchione. “Cuando encontramos un tratamiento que ha demostrado funcionar en los niños, cobramos ánimo porque ese fármaco puede surtir un gran efecto en un menor que no tiene muchas alternativas de tratamiento con medicación”.

La FDA exige que todos los antidepresivos incluyan un recuadro de advertencia sobre el riesgo mayor que corren los niños, los adolescentes y los jóvenes de hasta 24 años de tener pensamientos y comportamientos suicidas. “Todas estas medicinas obran en el cerebro y el sistema nervioso central, por lo que existen riesgos. Los pacientes y sus médicos deben sopesar estos riesgos en contraposición a los beneficios”, señala el Dr. Mathis.

La depresión puede conducir al suicidio. Los niños que toman antidepresivos podrían tener más pensamientos suicidas, por eso la etiqueta incluye un recuadro de advertencia en todos ellos. Pero esta advertencia no dice que no se trate a los niños; sólo que se esté consciente y se les vigile en busca de indicios de tendencias suicidas.

“Muchos niños responden muy bien a los medicamentos. En ocasiones, la gente joven puede dejar de tomar la medicación después de un periodo de estabilidad porque algunas de estas enfermedades no constituyen un desorden crónico como la depresión profunda”, añade el Dr. Mathis. “Hay muchas cosas que ayudan a los pacientes psiquiátricos jóvenes a mejorar, y los fármacos son sólo una de ellas”.

Es importante que los pacientes y sus médicos trabajen juntos para reducir la medicación. Parar de golpe un tratamiento, sin ir reduciendo la dosis de manera gradual, podría acarrear problemas tales como alteraciones del estado de ánimo, agitación e irritabilidad.

La depresión en los niños no debe dejarse desatendida. Pueda que una depresión aguda mejore por sí sola sin tratamiento, pero el paciente no está curado y tendrá recaídas. Una verdadera mejora puede tomar seis meses o más, y tal vez no sea completa sin tratamiento. Y cuanto antes comience el tratamiento, mejor será el resultado.

“Los niños sencillamente no tienen tiempo como para dejar su depresión desatendida”, advierte la Dra. Farchione. “Las consecuencias sociales y educativas de una recuperación prolongada son enormes. Podrían no pasar de grado. Podrían perder todos sus amigos”.

La medicación ayuda a los pacientes a recuperarse más pronto y de manera más completa.

Este artículo está disponible en la página de Artículos para el Consumidor de la FDA, en la cual se publican las últimas novedades sobre todos los productos regulados por la FDA.

regrese al inicio

 

 

Subscríbase a los Artículos para el Consumidor en español

Haga clic en "Consumer Health Info" y luego marque "Artículos en español"

Back to Top